El recorrido en bus que se hace hasta llegar a Ginebra, al CERN, permite conocer lugares muy interesantes en todos los ámbitos del conocimiento. En Toulouse se visitó la factoría de Airbus, pero también los monumentos históricos que forman parte de su patrimonio cultural. Se paseó por la ciudad medieval de Carcassonne y por la de Annecy, ya más al norte, llamada la Venecia de la Saboya por sus canales y puentes. Fue muy agradable conocer la fábrica de chocolate más antigua de Europa, la fábrica de Cailler y también el encantador pueblo de Gruyeres famoso por el queso del mismo nombre. Después de la interesantísima visita al CERN, ya de regreso, se visitaron las ciudades cargadas de historia de Nimes y Montpellier.
Lo dicho un viaje muy completo y muy interesante.